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Owen Magnetic
09 Marzo 2013
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Los coches híbridos ya existieron desde hace muchos años. La transmisión electromagnética desarrollada en los años diez por J. B. Entz fue la base del singular Owen Magnetic, considerado el auténtico coche de lujo de las mil velocidades.

La transmisión electromagnética nació a raíz de la colaboración entre Thomas A. Edison y Justus Bulkley Entz allá por el cambio de siglo para perfeccionar el coche hibrido. Esta transmisión fue instalada en el Owen Magnetic, el automóvil de las mil velocidades, presentado en Nueva York en 1915. Permitía que el motor siempre girase en sus revoluciones más óptimas.

Entz fue considerado uno de los grandes pioneros en la era del automóvil. Nació en 1867 en Nueva York y recién cumplido los 20 años trabajó de electricista con Thomas A. Edison en su Edison Machine Works. Entz e Edison patentaron sus muchos inventos, recibiendo buenos royalties de ellos. Fascinado por el automóvil, Entz trabajó después para la Electric Storage Battery Company en Filadelphia, que introdujo en 1897 los taxis eléctricos en Nueva York. Fue entonces cuando desarrolló un coche con motor a gas con transmisión eléctrica. El prototipo fue producido por la marca Pope bajo el nombre de Columbia, y a pesar de que se incendió en una de las pruebas, la idea fue valida y Entz la patentó. A partir de allí perfeccionó este tipo de transmisión cambiándola en electromagnética al usar imanes en su desarrollo. Creó un campo magnético para mover un eje-motor; variando su campo el automóvil podía ir más rápido o más lento sin necesidad de un embrague. El fabricante Walter Baker se quedó con los derechos, y la trasladó a Raymond Owen para crear su Owen Magnetic. La unión de los dos grandes competidores en el sector de los vehículos eléctricos, Baker y Rauch & Lang, facilitó la producción del Owen Magnetic al dejar la empresa como una división de Baker Raulang.

Para entender el fenómeno de la transmisión electromagnética citamos la revista madrileña “España Automóvil y Aeronáutica” de 1918. Tras explicar los tres parámetros del origen del invento, que son las deficientes cajas de cambios, la búsqueda de velocidades progresivas para que el automóvil se encontrase siempre en la relación más óptima, y la mayor electrificación de los automóviles por introducir una dinamo y un motor eléctrico para el arranque, el alumbrado y la bocina, continuaba detallando:

“Ya que los automóviles lleven una dinamo y un motor eléctrico, demos a estos elementos más carácter de seriedad, convirtiéndolos de accesorios en partes integrantes del sistema, utilizándolos en la transmisión. Así resulta que el automóvil Owen Magnetic tiene dos mecanismos menos que otros vehículos, el embrague y el cambio mecánico, puesto que la dinamo y el motor eléctrico efectúan este servicio.” ...

Esto es un extracto de un reportaje de investigación preparado por V. Christian Manz, que se puede pedir para una publicación, que estaría sujeto a honorarios. Este reportaje cuenta también con fotografías de los Owen Magnetic que aún se encuentran en algunos museos de los Estados Unidos, y de copias del detallado catálogo original del Owen Magnetic de 1918, propiedad del autor. Además hay una postal original del representante del Owen Magnetic en Barcelona de 1918.

Fotos: V. Christian Manz, Nethercutt Collection, Fountainhead Antique Auto Museum

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