La historia se repite: a principios de los años cincuenta se creó en Italia la Iso Isetta, un coche tipo "bubble-car", tipo burbuja, redondo, alto y con una puerta frontal, que tuvo su mejor éxito como automóvil alemán de la reconocida marca BMW. Fue el renacimiento de la marca bávara en un contexto - la posguerra - muy complicado. Ahora el concepto Isetta esta de vuelta, en el Microlino, inventado y desarrollado en Suiza, que se fabricará en Italia a través del fabricante Tazzari, experto ya en la electro-movilidad.
Cuando el Microlino fue presentado en el salón de Ginebra el año pasado, de inmediato despertó un inmenso interés. Su creador suizo Wim Ouboter recibía bastantes pedidos en firme, sin haber aún estudiado la viabilidad de una producción.
Hoy, con más de 2.600 pre-pedidos, se ha encontrado una solución: el Microlino se fabricará en Italia en la planta de Tazzari, reconocido fabricante de vehículos eléctricos de tamaño parecido.
El Microlino es una versión moderna del famoso coche burbuja de entonces, muy atractivo como coche de ciudad. Promete una velocidad de unos 100 km/h y una autonomía de 100 kilómetros. Según Wim Ouboter, su sueño es que sea totalmente suizo, para lo que falta cambiar el actual sistema de baterías por acumuladores fabricados en el país de los alpes. No será imposible, ya que se esta preparando una batería "a lo último" por parte del consorcio Swatch guiado por Nick Hayek junto con la empresa Belenos. Es muy probable que la versión definitiva, que se lanzará a finales de este año, ya sea totalmente suizo... como el chocolate.

17 Marzo 2017
El Microlino se fabricará por Tazzari
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