La última novedad para el archivo - y para introducirlo en los futuros libros sobre la HISTORIA(S) DEL COCHE ELECTRICO - es la adquisición de 19 ejemplares de la revista alemana "Das Elektrofahrzeug" (El Coche Eléctrico) de los años 1936 hasta 1940 - una revista en blanco y negro - que habla principalmente de la necesidad de reducir la dependencia del petróleo, ya que una dependencia que nunca es bueno para ningún país. El uso de la electricidad en vehículos de ciudad, según la revista, sale enormemente beneficioso, no solo para las arcas estatales, que ahorran en divisas, sino sobre todo para el propietario de este tipo de vehículo, que ahorra muchos gastos principalmente en mantenimiento y consumo.
Las revistas, presentadas como "Revistas Especializadas para el Fomento del Uso de Productos Domésticos para el Transporte en Ciudad", ofrecen presentaciones y pruebas, experiencias al volante de vehículos eléctricos de reparto, experiencias de empresas, además de presentar toda la gama disponible de vehículos. También repiten que siempre es más económico utilizar un producto nacional para el funcionamiento de los vehículos. Y ya que Alemania no tiene yacimientos de petróleo, cualquier otro "combustible" nacional sale más barato que importar el preciado líquido. Dicen que el uso de la electricidad es mejor para los vehículos de reparto en ciudad, que no tienen que pasar los 100 kilómetros de recorrido, y, más aún, para los vehículos de reparto con muchas paradas, ya que en las paradas el coche eléctrico no consume (y no contamina). También se hablaba de que en aquellos años Alemania ofrecía las baterías estandarizadas, o sea, un solo modelo de batería, presentado por la AFA, el gran consorcio de baterías de entonces, y que se planeaba crear una gran red de lugares de cambio de batería - o sea cambiar los agotadas por baterías llenas - en muchos rincones.
En la oferta también había mucho tipo de carros eléctricos de todos los tamaños, que formaron parte del tráfico urbano de reparto. Algunos modelos de furgonetas llevaron cabina adelantada y muy al ras del suelo con una plataforma también baja para facilitar la carga y descarga más. Además también ofrecían coches, como el Bleichert, bien con carrocería de dos o cuatro plazas, en forma de sedan o descapotable o cupé. Según los datos, contaba con una autonomía de unos 100 kilómetros en 1936 - y, como indicaba la revista -, si sale adelante la idea de instalar muchos puestos de "cambio de batería", se podía realizar muchos kilómetros más. Ideal pues para los médicos, trabajos oficiales, inspectores de todo tipo, etc. Y, también ideal para cualquier persona con limitaciones de movimiento, o sea personas que les falte un brazo o una pierna podía conducirlos, ya que su uso era muy simple. Estos mismos coches se ofrecía con estrangulador de velocidad restringido a 20 km/h para uso sin permiso de conducir.

06 Agosto 2018
Das Elektrofahrzeug Revista Alemana de los años 30
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