Sostén, sujetador, corsé, corpiño... y el automóvil

¿Qué tiene que ver la ropa interior de las mujeres, la forma de vestir y el modular de la figura femenina con los automóviles? Aparentemente no mucho, para no decir nada, pero aún así hemos encontrado vínculos entre dos temas tan opuestos.



350 años tuvieron que sufrir las mujeres en los famosos corsés (inventado en 1550 por Catherine de Médicis), una estructura metálica interior para estrechar la cintura de las mujeres y oprimir su respiración, más abombar las faldas, que solo servía para cuestiones estéticas, hoy día muy cuestionables. ¿Que tienen que ver con los automóviles? Pues uno de los fabricantes de las ballenas metálicas y los miñaques fue la familia Peugeot, quien en 1832 creó una empresa para tal fin … para 65 años después dedicar su fábrica a la producción de automóviles.
 
Hay una curiosa leyenda de esta prenda que dice que cuando los americanos entraron en la Primera Guerra Mundial, se pidió a las mujeres entregar sus corsés metálicas para el servicio de la nación: con todo el material recaudado se construyeron dos naves de guerra.

Parece ser que el primer sostén o sujetador fue patentado – en este caso hablamos de la primera patente, ya que anteriormente había otras ideas de sostener el busto de las mujeres – por la americana Mary Phelps Jacob en 1914. Esta mujer fue hija del conocido inventor de la máquina de vapor Robert Fulton, que luego servía para crear automóviles más ecológicos.

Y para ilustrar nuestra pequeña incursión en otra temática reproducimos un anuncio de la prestigiosa revista francesa France Illustration, que se dedicaba principalmente al automóvil y a los viajes con ello. Sus anuncios siempre fueron muy variopintos… y sugerentes. Este en concreto data de 1934, o sea, hace 80 años.

Las informaciones históricas del sostén las hemos leído en el bloc muy interesante creado por Francisco Puertas. Recomendamos este gran bloc a todos que quieren saber más de esta prenda muy femenina:
http://sosten.blogspot.com.es/2010/07/breve-historia-del-sujetador.html