La Asociación Suiza de Vehículos Eléctricos de Carretera ha realizado unas pruebas reales con nueve automóviles eléctricos actualmente en el mercado.
En esta prueba se quería demostrar si las cifras de autonomía que indican los fabricantes son reales. El resultado ha demostrado que bajo condiciones favorables sí que lo son, las diferencias en total no sobrepasaron el 20%. Tres de los vehículos probados tenían una mejor autonomía que indicada, seis no llegaron a las cifras anunciadas.
Los suizos realizaron las pruebas con los modelos Mitsubishi i-MEV, Fiat Microvett Fiorino, smart electric drive, Think City, Tazzari Zero y el SAM, además de un Toyota Prius Plug-In. El circuito incluía una pendiente de 20 metros de diferencia de altura, varios Stop, pasos de cebra y curvas estrechas, las carreteras en las pruebas estuvieron secas, las temperaturas entre 13 y 20 grados. Después de cada ronda se cambiaron los conductores, que habían recibido la indicación de conducir de forma normal, sin excesos, y todos en el mismo modus normal (no eco). No se utilizaron ni aire acondicionado, ni radio, sólo la luz de ciudad en cada uno de ellos.
Los vehículos alcanzaron autonomías de entre 65 y 158 kilómetros, el Toyota Prius Plug-In alcanzó 17 kilómetros sólo en eléctrico. Se conducía los automóviles hasta que quedó sólo un 10% en las baterías, para no agotarlas completamente. Según los indicadores en la mayoría no fue totalmente claro en cuanto se llegaba a esta cifra. Los fabricantes avisan a que muchas veces queda aún suficiente energía para realizar hasta 20 kilómetros, pero queda claro que ningún conductor se siente seguro cuando empieza a parpadear el indicador por falta de energía. Otro dato importante es que ningún conductor conocía los automóviles ni los había conducido antes, nadie podía de inmediato buscar la fórmula más eficiente de uso.
La asociación aún no ha publicado los resultados reales, pero ha dado un resumen interesante: las autonomías indicadas por los fabricantes pueden ser reales, pero sólo bajo condiciones óptimas. En cuanto se utiliza el aire acondicionado, la calefacción o la radio, se conduce de forma más agresiva o sobre nieve la autonomía se puede reducir drásticamente. El propietario de un coche eléctrico aprenderá rápidamente cuales son las condiciones que dependen de él y cuáles no, y con esto puede calcular y adaptarse a su autonomía particular.