Brandt Citelec

El Grupo S.I.T.L. (Sociedad de Innovación y de la Tecnología de Lyon), propietario de la tradicional empresa gala Brandt, se centra hoy en la producción de eco-vehículos, destacándose su primer vehículo eléctrico comercial que utiliza un concepto modular de su carrocería. Esto significa que se pueden intercambiar fácilmente diferentes carrocerías en un solo vehículo, o sea, la misma furgoneta puede servir para diferentes trabajos.



La furgoneta Citelec consiste de dos piezas principales, la cómoda cabina con el bastidor, y la carrocería. El sistema chasis/cabina incluye el habitáculo del conductor y el bastidor completo con la unidad motor-baterías, mientras que la carrocería fácilmente desmontable puede variar entre una caja cerrada con puertas traseras, un pick-up con o sin laterales, un volquete, un depósito de cualquier líquido o, por ejemplo, una caja refrigerada para transportar alimentos sensibles. También se suministran, bajo el mismo concepto, unos traílers para aumentar el espacio de carga.

El vehículo base mide unos 3.865 metros de largo con 1.66 metros de ancho y 1,96 metros de altura. Consta de una cómoda cabina de dos plazas con el salpicadero en el centro, que lleva todo lo necesario para el control a través de una pantalla de siete pulgadas. También lleva radio, sistema de navegación y una columna de dirección que se pliega en caso de accidente.

La parte del bastidor lleva el motor eléctrico entre el eje trasero, con una potencia de 15 kW normales y hasta 30 kW en pico, que se alimenta con unas baterías Zebra, que son de sodio-níquel-cloro, baterías de altas temperaturas, con lo que están bien aislados en los laterales del bastidor. Con ellos el vehículo cuenta con una autonomía de unos 336 kilómetros – sin carga y a 25 km/h constantes –, lo que permite una autonomía real en servicio de más de 200 kilómetros. Su plataforma trasera, apta para recibir cualquier carrocería, tiene una capacidad de carga de unos 600 kg. El vehículo mismo, que está equipado con cuatro potentes frenos de disco, permite una velocidad tope de 80 km/h, y sube pendientes de hasta 18%. También cuenta con el sistema de recuperación de energía en las desaceleraciones, lo que permite aumentar la autonomía.

Este moderno concepto de un vehículo comercial eléctrico está entrando fuerte en muchos mercados, ya que las carrocerías intercambiables, y un fácil sistema de recarga de las baterías en un enchufe doméstico de 16A / 230V – se calcula un coste de menos de 1 Euros por cien kilómetros – dan una gran utilidad a este vehículo.

De hecho, Brandt es una empresa de mucha tradición que se formó en 1924 como fabricante de armas ligeras. Después de la Segunda Guerra Mundial, concretamente en 1956, la compañía compró la empresa Hotchkiss para suministrar durante muchos años los modernos camiones Hotchkiss en todo el mundo. En su planta de Lyon la empresa da empleo a 400 personas que actualmente buscan la gran salida en los vehículos eléctricos. Otra de sus ofertas son un scooter eléctricos y distintos tipos de bicicletas eléctricas.

Ahora con la ayuda estatal para adquirir furgonetas de reparto en España la marca podría tener interesantes perspectivas en nuestro mercado. No en vano cuenta con la gama de vehículos más preparada del mercado.